Sales de baño caseras con olor a lavanda

Nuestra siguiente manualidad no es solo decorativa; y es que, aunque lo cierto es que podría quedar muy bonita en una estantería, las sales de baño sirven más bien para relajarnos en un apetecible baño. Sí. Queremos enseñaros a realizar vuestras propias sales, ideales para liberar todo tipo de tensiones y relajarnos después de un largo día de trabajo.

Las sales de baño que os mostramos, son e baño de lavanda. Esta planta, cuenta con propiedades relajantes, por lo que disfrutar de estos momentos de paz con su aroma, incrementará nuestra relajación. Una cura contra el estrés más acentuado.

Además de todas las propiedades que hemos comentado antes, ayudarán en la decoración de tu baño, pues colocadas sobre alguno de tus muebles de baño se verán de maravillas.

• Sales de Epson o sal marina gruesa
• Aceite esencial de lavanda
• Flores de lavanda
• Colorante para jabón

Paso a paso:

Nuestro primer paso será mezclar las sales o sal marina gruesa con las flores de lavanda. Estas pueden ser secas o frescas, como más fácil tengamos encontrarlas.

En el mismo recipiente en el que las mezclemos, deberemos verter unas gotitas de aceite de esencia de lavanda. Cuantas más gotas echemos, más intenso será el olor. Así pues, intentemos hacerlo al gusto pero sin pasarnos, pues demasiado olor en vez de relajarnos podría terminar mareándonos.

Tras añadir las gotitas de esencia,  echaremos colorante de jabón. De esta forma nuestras sales de lavanda tendrán un bonito color lavanda, aunque también podemos innovar y poner otro color distintos, el que más nos guste.

Tras este paso, ya estarán terminadas nuestras sales. Lo ideal es colocarlas en un bonito bote de cristal para poder ponerlas en el baño. Además, si es hermético mejor, pues así el olor a lavanda permanecerá muchísimo más tiempo y no absorberán la humedad del ambiente.

Este es sólo un ejemplo. Evidentemente, sabiendo hacer estas sales, podemos variar la esencia y el colorante para poder hacer otro tipo de sales, como de limón, vainilla, mora o naranja. Como siempre, todo depende de nuestro gusto… y olfato.