Si te gustan las piedras esta manualidad te encantará; y es que con unas cuantas piedras planas, podremos conseguir nuestra propia alfombra de piedra para el hogar.
Para esta manualidad necesitaremos
- Una superficie o alfombra
- Cúter
- Pegamento de contacto
- Piedras planas
Las piedras podemos conseguirlas en los ríos. Lo más importante es que sean planas y que tengan aproximadamente el mismo tamaño, aunque también podemos coger de dos tamaños diferentes para hacer el centro y la parte externa de la alfombra. En cuanto al color, esto va a gustos. Lo ideal es que todas sean de la misma tonalidad, pero también es bastante difícil conseguir que todas las piedras sean completamente iguales, por no decir imposible. Simplemente intentemos que sean parecidas.
La superficie o alfombra podremos cortarla como queramos. Así, podemos hacer bonitos felpudos para la entrada o incluso alfombras para el baño, incluso podemos realizar auténticos caminos para la mesa. Todo depende del tamaño que necesitemos, pues cuanto más grande más piedras usaremos.
Una vez tengamos la alfombra cortada con la forma que queramos, pasaremos a pegar las piedras. Evidentemente es un trabajo cuidadoso, en el que pegaremos piedra a piedra, con mucho cuidado. Tenemos que usar un pegamento lo suficientemente fuerte para que las piedras queden completamente pegadas, de otra forma, con el roce, podríamos tener problemas y nuestras piedras podrían llegar a despegarse.
Como comentábamos anteriormente, si nos gusta, podemos dejar las más grandes para el exterior y las más pequeñas para el interior. Sea como sea el resultado será realmente divertido y original. Seguro que nuestras visitas quedarán asombradas con esta genial alfombra de piedras.
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