Una buena manera de poder reciclar las cáscaras de huevo consiste en convertirlos en los recipientes idóneos para cultivar tus plantas o semillas. Esta es una buena opción para las familias pues, así, los más pequeños aprenden acerca del cultivo y de cómo funciona la naturaleza.
Para hacerlo, tan solo tendrás que vaciar el contenido de un huevo por la parte superior, enjuagarlo con agua con mucho cuidado de que no se rompa y, después, agregar en su interior tierra y la semilla que quieres que crezca. Para darle el toque infantil puedes hacerle una simpática cara al huevo, tal y como te mostramos en la imagen.